Amigas.

Lo único bueno de este sunami que ha llegado a mi vida, es lo que me ha unido a L. Estos meses con ella me he sentido fuerte y cuando me he derrumbado siempre he encontrado sus ojos llorosos, consolandome.
Otro de los encuentros ha sido I. amigas de la infancia, una amistad heredada de mis abuelos y de mi madre, que ahora encuentra un lugar común para desarrollarse en todo su esplendor.
Con L. complicidad, risas, hijos pequeños, guardería, shopeo.
Con I. la búsqueda de una segunda oportunidad después de haber entregado tanto.
Ahora, hoy que todo es tan dificil, que mi estatura se reduce, en ellas encuentro apoyo y cariño.
Ahora, hoy que mis noches son eternas y los días tristes, en ellas encuentro paz, risas.
Ahora, hoy que no dejo de llorar por dentro, encuentro en ellas mi consuelo, sus llamadas y sus palabras.
Espero no tener que partir porque aqui se queda gente a la que quiero, pero al parecer mi vida como la de mi abuela esta marcada por el destierro.
Si me voy, quedan ellas y en mi maletero me acompañarán por siempre.
Amigas si señor, se puede tener amigas y contarlas con una mano.