A su manera

Vivió siempre a su manera. Lo mejor que nos pasó fue pertenecernos, parecernos, compartir, reir...
Siempre defendió su libertad y en ella me incluía. Me enseñó a escuchar, el valor de las palabras, que lo bueno siempre esta al alcance de la mano igual que soñar no cuesta nada y ayuda mucho.
Era el rey y yo su princesa, una princesa que aprendió a leer sóla porque el formaba el abecedario.
Una princesa que viajaba, entre el murmullo de su voz, entre cuentos de hadas y fábulas.
Una princesa que se hizo una mujer valiente, desafiante pero noble.
Una princesa que lloró y se quedó muda cuando él decidió partir y descansar.
Una princesa que jugaba en la playa a la sirenita y se sentaba en sus piernas para refugiarse de las brujas.
Una princesa que espiaba las botellas de Möet y se sentía privilegiada cuando él dejaba que bebiera de su copa.
Una princesa que lazó el birrete muy alto para que él lo atrapara.
Una princesa que lo extraña cada día más.
Una princesa que el la última contracción sólo pensaba en él.
Una princesa que paseó por las calles siguiendo sus largos pasos.
Una princesa que guarda una foto que el cuidó durante años.
Una princesa que lo adora, que daría la mitad de su vida por abrazarlo y escuchar en el salón de la casa a La Voz con aquello de a su manera.