Ejercicio de poder

Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
Yo soy una criatura aplastada por el poder que ejercen otros/as. Seguramente el día, que en el colegio daban la clase de ejercicio de poder, yo me quede en casa leyendo cuentos o jugando con las Barbies.
Me alegra de no tenerlo. No estaría tranquila sabiendo que voy arruinando vidas y sueños paseando poder: decidiendo sobre el bien y el mal, alimentandome de halagos que no merezco y teniendo gente a mi lado sólo por ser "poderosa".
Ni siquiera juego con mis atributos, no los pongo sobre la mesa ni salen a la luz a través de poderosos escotes.
No quiero poder, no quiero destrozar vidas y tampoco tengo que demostrar nada a nadie.
Me conformo con querer, con ser generosa, con aprender de mis errores y celebrar mis aciertos.
Alimentarme cada día con la sonrisa de mis compañeras, cuando alguien se ilusiona con mis mensajes y cuando mis amigos/as me dicen que me equivoco pero no me agreden verbalmente para luego pedirme disculpas.
No tengo poder sobre mis hijos, solo caricias, besos y abrazos mañaneros.
No tengo poder sobre los hombres, sólo afecto, caricias y admiración.
No tengo poder sobre mis amigos/as sólo sonrisas, aliento y complicidad.
En definitiva a pesar de los temores duermo tranquila, nadie tendrá nada que reprocharme en el futuro y no tengo que dar explicaciones por mis actos ya que no perjudican ni violentan vidas ajenas.
Soy la protagonista de mi vida, mi ego siempre va detrás.... primero la persona, despojada de hipocresías, vital, auténtica.
El ego, en su justa medida, detrás para que pueda caminar firme, sin llevarme a nadie por delante.
Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra.
Antonio Gala (1930-?) Dramaturgo, poeta y novelista español.