Táctica y Estrategia

5.01.2007

Madres forever

A. me enseña su armario. Con apenas 1 año de edad, abre la puerta de su ropero y muestra su estupenda colección de vestiditos y trajes propios de una muñequita. Desde un traje de china en gris y rosa con sus zapatos a juego hasta el conjunto verde pistacho de los domingos al mediodía. Su mami, una de mis mejores amigas, contempla feliz a la nena: dulce, simpática, extrovertida, alegre. Su mami le enseña a ponerse la hebilla del pelo, y lo hace como algo natural, la coquetería vino con ella. Su mami también tiene un armario multicolor, ropa para todos los gustos y estados de ánimo. Es una madre trabajadora, fuerte, decidida, buena amiga. Nada de madre abnegada y cabizbaja, al contrario una madre que sabe que los hijos felices
son producto de madres realizadas.
H. tiene el zapato desabrochado. Su madre, le ayuda a apretarlo, agachandose con cuidadito y enseñandole la técnica del lazado. Otra madraza que a diario lucha como una leona por él y que a diario le proporciona a su pequeño su dosis de autoestima que le ayude a ser mejor con él mismo y también con los demás. Ella es otra de mis mejores, una hermana para mi, la que no tengo. En ocasiones, adopta el papel de madre y me pone las cosas muy claras, yo se lo agradezco y atesoro sus consejos porque entre otras cosas siempre me han dado resultados.
Así son mis amigas: madres forever. Para ellas y para sus pequeños milagros va este post. Hacen mis días mas alegres y me inyectan a diario mi dosis de carcajadas sononas