Alarma General SOS, llamen a los bomberos

Dios me ha pasado la tarde-noche leyendo sobre noticias económicas.... Joder que plan. Lo primero es que no me entero un pimiento de las "turbulencias económicas", los cuartos de punto y el diferencial (este último seguro que me lo cobran y no me doy cuenta....).
Lo segundo desde hace mucho tiempo pertenezco a la tribu de los números rojos... Si señor esas personas que permanentemente estamos en red y no en la de internet precisamente.
He pensando varias soluciones o eventos que me ayuden a superar las turbulencias:
Para los que creen en los milagros: que me toque un gordo de la primitiva de esos acojonantes, pague la hipotéca, el diferencial y el listadillo de comisiones me vaya a vivir a Saint Tropez y me haga amiga de la Paris Hilton para que me invite a sus saraos.
Que me toque uno menos gordo, pague la hipoteca y sus efectos colaterales y siga viviendo en Málaga aunque de vez en cuando pueda ir a Roma. (ya Paris no sería mi amiga off course).
Que algún editor medio chalado vea este blog, se enamore de mis textos, los recopile y me lance al estrellato cual Sex in the City. Se imaginan Sex in Málaga, pués aunque no lo creais tengo mucho que contar, se de Manolos, leo el Marie Claire religiosamente y he visto el Palacio de Mónaco jha, a si que soy una chica in que puede perfectamente escribir el guión para Sex in Málaga. Serie que tendría un éxito arrollador a la hora de la sobremesa compitiendo con el programa de María del Monte.
Que a la entrada de cualquier banco me encuentre un maletín que alguien de la mafia olvidó, reunifique mis préstamos, rompa las tarjetas en mil pedazos, y pueda ir a Marbella de vez en cuando.
Que la cosa siga así, que los Economistas hagan lo que les salga de las narices, que en WS se partan los cuernos y que yo siga de Chica de Rojo, con la comisión de saldo deudor forever.
Una vez dicho todo esto, voy a dejar el ordenador, buscaré mi esmalte very, very pink y me pintaré las uñas de rosa para intentar ver el mundo y la economía de ese color mientras me miro los pies y llega el sueño.
Ah, y please no me hablen de dinero si no quereis cabrearme. Yo solo contesto buenas noticias.