Táctica y Estrategia

6.30.2006

Ani yo y nuestro invierno

Nadie puede entender que Anita y yo a 29 º grados a la sombra, en pleno verano en la Costa del sol, tengamos frío. Siempre arropadas con nuestras rebecas, si ellas destempladas. En una de mis novelas preferidas, Como agua para chocolate, Tita la protagonista después de saber que su gran amor no era para ella sino para su hermana, comienza a sentir frío y decide tejer todas las noches para hacerse una manta y con esta calentar su alma. Pero todo el tiempo que tejía no era suficiente para dejar de tiritar y sentir ese invierno en su piel. Al final de la historia, cuando ve posible la realización de su amor, es tanta la pasión y el calor que sale de su cuerpo que la cabaña donde estan juntos comienza a arder y allí mueren los dos. Cuento esto porque esta tarde Ani y yo hemos llegado a la conclusión que nos pasa lo de Tita, siempre con frío, las mantas que hemos tejido siempre son pequeñas o estan rotas. Aquellas que nos abrigan y nos confortan no nos pertenecen por lo que siempre estamos descubiertas, a la intemperie. Pero seguimos tejiendo todas las noches nuestra manta, con la esperanza de terminarla algun día y sentir que el frio ha salido de nuestro cuerpo y de nuestra alma. Mientras tanto como todos los veranos nos ponemos nuestras rebecas.