Táctica y Estrategia

1.07.2007

Un día me puse los zapatitos...


En mi primer verano en Málaga, con apenas dos años, mi abuela Juana me compro unos zapatos de gitana. Ese día entendí, seguramente, que ese era mi destino: ponerme unos zapatos y taconear por la vida. Esa noche y todas las que pude dormí con ellos, ni siquiera mi tio abuelo Adolfo con su traje de Guardia Civil pudo convencerme de lo contrario. Mi abuelo, que era zapatero sentenció: "Aurora esta nietecilla mia vino al mundo calzada para taconear, dejala que ese es su mundo. Disfruté de los veranos en el Puerto de la Torre con mis zapatos y los ajenos (me ponía los que hacía mi abuelo, el mejor zapatero que he conocido). Ya de mayor siempre miraba mis pies, decía que estaban hechos para pisar fuerte, que iba a ser una mujer valiente y decidida, y no se equivocó. Ni en los peores momentos he dejado de pisar, mis pies en la tierra. Y en parte se lo debo a mis abuelos:mágicos, generosos, republicanos y andaluces.
Quise ser bailarina y mi madre me apuntó a clases de ballet con la señorita Begoña, una vasca emigrada a Venezuela. A los dos meses ya tenía zapatillas de punta y prometía bailar no pudo ser... la enfermedad de papá truncó mis aspiraciones. Pero sigo bailando y taconeando hasta el final, como sentencia: pienso morir viejecilla, con mis hijos a mi lado y con mis Manolos puestos.

1 Comments:

  • Y yo lo certifico.Te he dedicado mi post. Siempre pendiente. Qué linsa eres!
    Ahhhh y he colgado fotos para levantar mi moral.
    Besos Caribeños

    By Anonymous Anônimo, at 7:59 PM  

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