Táctica y Estrategia

11.28.2006

Hacer de lo invisible lo visible


Hoy, revisando proyectos me encontré con una realidad que todas y todos sabemos que existe pero pocos conocemos de cerca. Dos sendas denuncias hechas por mujeres maltradas por sus maridos, amantes, novios, ex parejas. Las lei detenidamente y cada palabra me ponia en situación: cabrona, hija de puta, te voy a matar, voy a matar a tus hijos...... Me imaginaba el miedo, el pánico, el terror,la tristeza, la desolación, que debe sentir alguien cuando escucha insultos, amenazas, de la persona con la quien has compartido cama y mesa, el padre de tus hijos o el novio ideal con el que soñabas casarte. Ya en positivo volviendo a los proyectos pense que todo eso no permitió que mis dos protagonistas y heroinas , desistieran de la idea de salir adelante, al contrario son mujeres que siguen apostando por ellas y por su futuro, en este caso en forma de trabajo. Pense en la excelente campaña del Gobierno, poniendo en clave positiva esta situación de terrorismo doméstico al que no podemos rendirnos. Esa mujer que protagoniza la campaña es una de nosotras: no se distingue clase social, nivel educativo, edad, profesión, procedencia, nos representa a todas y a todos las/los que cada día ponemos en positivo los valores de la femeneidad, las/los que entendemos que hay que seguir asistiendo a las manifestaciones, guardando un minuto de silencio por las victimas, aterrandonos cada vez que asesinan a una de nosotras, no importa los días, meses o años que nos tome. Ni mis amigas,ni mis amigos, ni yo nos rendimos a dejar como herencia a nuestras hijas e hijos esta situación. Por ahora seguimos a pie de lucha, combatiendo cada comentario sexista, detectando cualquier tipo de violencia en los colegios, lugares de trabajo, entre nuestros vecinos/as. Hoy dos mujeres pasaron a ser visibles ante mis ojos, observé detenidamente sus fotografias y puede ver la pena en sus rostros, pero también en sus proyectos la intención de no abandonarse. Para ellas, va este post y para las que aun son invisibles. Solo le pido a Dios que todo esto nunca nos sea indiferente.