En los 40 años de mi vida, a parte de mis padres, pocas personas han apostado por mi.
Mi primer jefe, apostó y no perdió. Un intenso entrenamiento, trabajando mi timidez y reforzando mi valia. Yo tenía 22 años, recien llegada a una empresa fuerte, un gigante de las Colas con muchas exigencias por parte del principal accionista.
Hice mis primeros viajes sóla, así lo decidió él. Respiraba, acomodaba mi falda azul, mi blusa de seda y con mis tacones me dirigía hacia las plantas de producción como algo natural, vamos que había nacido para eso!!!.A V.D. no te olvidaré.
Ya en mis treinta H.F. se fijó en mi en aquella entrevista y me dijo: tu eres la Directora que yo necesito. Pocos en la oficina lo entendieron y lo aceptaron, hasta que con mano dura, no me dejaron otra opción, les demostré que iba en serio. Tampoco perdió.
En la Tesis de Grado mi profesora de América Latina, también apostó por mi y mi trabajo. Después de 2 horas largas de exposición, una vez evaluado el documento y anunciado mi proyecto de vida me dijo: te conozco desde pequeña, las tertulias con tu padre, desmarcandote de los juegos de las níñas. Siempre quisiste ser Socióloga. Eres una de las nuestras.
Vuelo de Aeropostal. H.S alemán, Director de la Facultad, le dijo al que ahora es mi ex: te llevas a una de las mejores alumnas del Departamento, que no se te olvide que además de bonita es muy inteligente y comprometida.
J.A.V. me conoció en una reunión. Allí entre coca- colas hablamos de sociología, de políticas latinoamericas y proyectos europeos. Al mes una llamada con una propuesta, excelente para mi. Él apostó, no perdió y antes de irse pude en cierta forma agradecerle lo que hizo.
Las última apuesta por mi viene de una persona muy especial: amiga, confidente, compañera de risas y de llanteras pero por encima de todo la mas brillante de todas, generosa, eficaz, lista como el hambre, otra survivor que a fuerza de malos ratos ha ganado un sitio donde merece estar.
No se si esto resulte, pero lo importante para mi este día ha sido su apuesta y "audacia".
Y lo sabes Thelma mis ojos llorosos eran de verdad, en parte porque soy una sentimental sin remedio, en parte por los nervios y también porque hace mucho tiempo que nadie apostaba por mi.
Aunque yo, ya con 40 y con todo lo que me ha pasado cada día apuesto por menos gente y reviso bien quien lo hace por mi!!!